18/8/10

¿Quién dice?

Acudía a tu auxilio de forma inmediata. 
"Hola, qué tal?", tu sonrisa y perdí por goleada. 
Te apoderaste al instante de mi ocio 
Y al fin y al cabo, pude entender que hiciste negocio.  
Una ráfaga de balas seductoras 
No lograban vulnerar una coraza idiota 
Y con mi seguridad ya en la miseria, 
Fuimos por un café, juntos, los 3: Vos, yo y tu histeria.  
Sin mucho más que hablar, nos despedimos. 
Comprobé que ya era inútil extender ese partido. 
Colgué los timbo y bajé la persiana, 
sin embargo, tu auto estima cascoteó mi ventanta.  
Sugerías necesitar mi delirio. 
Para ganar espacio, me mostré cual tipo tibio. 
Empezó a inquietarte mi nueva conducta, 
pero caí derrotado por tus brotes de astucia
Quién dijo que no se puede?  
Quién dijo que no se puede combinar 
inconstancia, inconciencia y lealtad? 
Que es imposible dar un paseo 
un día a tu cielo, un día a mi infierno?  
Estoy seguro, compañero, y me juego mi alma loca, 
que no debe existir boca como esta, en el mundo entero.
Salta banca- quién dice